Hellen Keller fué una niña que enfermó en 1882 con una fiebre que estuvo a punto de morir. Ella sobrevivió pero la quedaron secuelas, no podía ver ni oír. Debido a que no podía oír tampoco podía hablar
Con el tiempo, cuando iba haciéndose mayor su frustración aumentaba y su rabia iba a peor. Se convirtió en una persona salvaje y revoltosa. Si no conseguía lo que deseaba se ponía muy agresiva hasta que su familia le daba lo que ella pedía. Sus travesuras favoritas eran tirar la comida de los platos de otras personas y romper objetos frágiles tirándolos al suelo. Una vez le encerró a su madre en una despensa. Esta situación hizo que se viera claramente la necesidad de hacer algo. Justamente, antes de cumplir siete años, la familia contrató a una tutora privada.
Anne Sullivan venía de un ambiente pobre. Ella perdió la visión cuando tenía cinco años y fue abandonada en una casa muy pobre. Tuvo la suerte de haber encontrado un lugar donde fue bien acogida, el Colegio Perkins para Ciegos en Boston. En el colegio le llamaban “fiera” por su aspecto de cabezona y por su mala actitud. Afortunadamente el director se dio cuenta de que podía aprender a comportarse y ser una de las alumnas más inteligentes. Después de varios años, y tras dos operaciones que tuvo éxito recuperó su visión, además se graduó obteniendo un título de honor. Para el director de la escuela estaba claro que Anne Sullivan era la persona adecuada para educar a Hellen Keller.
El siguiente paso dado fue la decisión de enseñar a Hellen el alfabeto manual. Es una lengua de signos en la que cada letra es signada en contacto con la mano de la persona sordo ciega de manera que pueda sentir la forma del signo y su significado. Cada letra tiene un signo separado. Esto significa que las palabras y las frases pueden ser deletreadas. También permite que se puedan expresar las ideas más abstractas. Anne le ponía en contacto con el agua y le deletreaba la palabra A G U A, haciéndolo repetidas veces, hasta que Hellen empezaba a darse cuenta que cada letra que deletreaba representaba el significado del agua. Esta experiencia le ayudó a darse cuenta que cada cosa que había en el mundo tenía un nombre. Así comenzó a animarse y cada cosa que encontraba la cogía y preguntaba a Anne cómo se llamaba.
Como resultado de todo este trabajo, Hellen llego a ser más civilizada y amable, y pronto aprendió a leer y escribir en braille. También aprendió a leer de los labios de las personas tocándoles con sus dedos y sintiendo el movimiento y las vibraciones. Este método se llama Tadoma y es una habilidad que muy pocas personas pueden llegar a desarrollar. También aprendió a hablar, el mayor logro (desarrollo) de alguien que no podía oír absolutamente nada.
Helen demostró ser una excelente estudiante, y se graduó con título de honor de la Radcliffe College en 1904. Tenía un poder de concentración extraordinario, muy buena memoria y muy buenos recursos personales para mejorar. Mientras estaba en aquella escuela escribió “La Historia de Mi Vida”. Este libro tuvo un rápido éxito y gracias a él ganó suficiente dinero para comprarse su propia casa.
Es importante recordar que sin la ayuda de Hellen Keller no hubiera podido hacer lo que hizo ella sola. Hellen se apoyó mucho en Anne Sullivan, que le acompañó a cualquier sitio durante casi cincuenta años. Sin su fe en su profesora Hellen probablemente se habría quedado aislada y perdida en un mundo confuso.